El café puede combatir la obesidad y la diabetes

El consumo de café puede ayudar a las personas a combatir la obesidad y la diabetes, según un nuevo estudio de la Universidad de Nottingham. La investigación se publicó en la revista especializada “Scientific Reports”.

Ya que, se descubrió que esta bebida estimula el tejido adiposo marrón, también llamado grasa marrón, encargado de ayudar a las personas a permanecer delgadas. Esto es porque una de sus funciones principales es generar calor corporal al quemar azúcar y grasa.

Las personas con un índice de masa corporal más bajo, tienen una mayor cantidad de grasa marrón.

Por otro lado, la grasa blanca es el resultado de almacenar el exceso de calorías. Los expertos la asocian con la obesidad y los trastornos metabólicos como la diabetes. Esta es un reserva de energía.

¿Cuál es la importancia del tejido adiposo marrón ?

“La grasa marrón funciona de manera diferente a otro tipo de grasas. Ya que, en el cuerpo produce calor al quemar el azúcar en respuesta al frío. Esto ayuda a mejorar el control del azúcar en la sangre y a perder peso. Sin embargo, nadie había encontrado una manera aceptable de estimular su actividad en humanos”, explicó Michael Symonds, líder del estudio.

“Este es el primer estudio en seres humanos que muestra que una taza de café puede tener un efecto directo en nuestras funciones de grasa marrón”, expresó Symonds.

“Las posibles implicaciones de nuestros resultados son bastante grandes. Ya que, la obesidad es un importante problema de salud para la sociedad y también tenemos una creciente epidemia de diabetes. Por lo que, la grasa marrón podría ser potencialmente parte de la solución para enfrentarlos”, agregó Michael Symonds.

¿Cuál es el siguiente paso?

“Ahora es necesario determinar si la cafeína es uno de los ingredientes del café que actúa como estímulo o si hay algún otro componente que ayude con la activación de la grasa marrón. Actualmente estamos considerando los suplementos de cafeína para comprobar si el efecto es similar. Por lo que, una vez que hayamos confirmado qué componente es responsable de esto, podría potencialmente usarse como parte de un régimen de control de peso o como parte del programa de regulación de la glucosa para ayudar a prevenir la diabetes “.

Datos importantes sobre el Café que debes saber.

¿Te has planteado si conoces todo lo necesario sobre el café? ¿Sabes que café comprar? ¿Te afecta la cafeína? Te vamos a contestar a todas estas preguntas y a unas cuantas más que seguro ni te habías planteado.

Hay que elegir granos de café Arábica

Compres donde compres los granos de café, siempre tienes que buscar en la etiqueta que sean granos de café Arábica. Son los mejores. Sí es 100% Arábica mejor (y no Robusta). Sólo hay una excepción. Para preparar café espresso es posible que encontremos mezcla de granos Arábica y Robusta: le da al café un cuerpo distinto y eso es bueno para este tipo de café. También te puedes decantar por un café con granos de Robusta si quieres una dosis extra de cafeína: tiene casi el doble de cafeína que los granos de Arábica.

Cómo preparar un café fuerte o suave

La palabra fuerte con el café puede interpretarse de muchas maneras. Si quieres una taza de café fuerte, simplemente aumenta la proporción de café molido respecto al agua caliente. Cuanto más café molido pongas, más fuerte será el café.

Sin embargo, dependiendo de los granos de café y de las mezclas, algunos tienen un sabor «más fuerte» que otros. Lo que si es cierto, es que cuanto mayor sea el tiempo que se tuesta el grano de café, más oscuro quedará el grano y mayor será la probabilidad de perder algunos de los sabores más sutiles.

¿Se puede tomar café caducado?

Vas a la cocina, miras en la despensa y de pronto te encuentras un paquete de café sin abrir del año 2012 ¿Se puede tomar este café caducado? ¿Puede ser perjudicial para tu salud? ¿Seguirá teniendo el mismo sabor? El consumo de café caducado no debería ser un problema si el café se ha almacenado correctamente y el envase no se ha abierto. De hecho, si el café ha caducado y todavía está guardado en un paquete herméticamente sellado sin abrir es seguro tomarlo durante años.

Dicho esto, si encuentras un paquete de café abierto acumulando polvo en tu despensa, y ves que lo compró tu abuela antes de 1930, a lo mejor no va a ser buena idea preparar una taza de café con él.

  • Posiblemente haya acumulado moho visible en los granos o va a oler a moho.
  • No lo utilices si no los has guardado en un recipiente hermético.
  • No lo utilices si los granos de café estan húmedos

La mejor manera de saber si el café esta malo es olerlo: Si el café se ha echado a perder, su aroma habrá desaparecido y también gran parte del sabor. No te vas a poner malo si lo tomas, pero no te sabrá nada bien. También puede perder su color oscuro, pasando a tener un color marrón más claro.

El café mexicano, todo un orgullo a nivel mundial

Chiapas, Veracruz, Puebla y Oaxaca son los principales estados donde se produce.

México se ha convertido en potencia mundial en exportación de café orgánico. Cada año se envían más de 28 mil toneladas de café mexicano a Europa.

Una aromática taza de café siempre tiene una gran historia detrás. Por ejemplo, la semilla puede ser originaria de Chiapas, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, Nayarit, San Luis Potosí y Colima, que son los principales estados donde se produce; cabe recordar, que los primeros dos cuentan con Denominación de Origen.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la producción de café rebasa el medio millón de toneladas, por eso México ocupa el sitio número diez en producción de semilla verde. Hay cerca de 540 mil cafeticultores en una superficie de más de 700 mil hectáreas.

Esta actividad es un eje fundamental en el desarrollo económico y social del campo mexicano, y es que en todo el mundo tres de cada 100 toneladas de café verde son nacionales. También México es el principal productor de café orgánico a nivel mundial; en la actualidad destina una superficie de 30 mil hectáreas para este tipo de siembra en las zonas de Chiapas y Oaxaca, y es líder de exportación, pues envía más de 28 mil toneladas anualmente a Europa.

El primer cargamento de café orgánico se mandó a Europa en 1985, lo produjo una cooperativa de pequeños agricultores de Oaxaca. Después, el país se mantuvo como el principal exportador con un volumen de 350 mil sacos de 60 kilos, proveniente de Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Puebla. Más tarde, en 2012 el envío creció hasta 474 mil sacos (de 60 kilogramos), del que 66 por ciento fue de café verde, 33 y uno tostado, según la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café (Amecafé). Además, con presencia en más de 40 países.

Disfrútalo
«El café se elige con base en el sabor que te gusta, ya sea el clásico oscuro que es muy amargo o un tueste más claro que brinda sabores dulces y poco ácidos. Después del tueste, hay que molerlo, dependiendo del tipo de preparación que vayas a hacer; esto puede hacer la diferencia en las características finales del café», explicó Carlos Guevara, director de Café-Tal.

El experto recomendó elegir el producto más fresco posible, «las marcas que tienen una gran producción, generalmente el café tiene mucho tiempo de haber sido procesado. Busca una marca que tenga una producción pequeña, de una buena zona y buen grano.

Muele y prepara en el momento, entre menos tiempo haya transcurrido entre que ha sido cosechado, secado, transportado, tostado, molido y preparado, y que llega a tu taza, es mejor».

La forma correcta de probar un café es haciendo una cata. Esta se divide en dos etapas, la primera es descubrir el olor, los granos deben estar molidos y secos dentro de un recipiente tapado para que, al momento de abrir, salgan los aromas a vainilla, frutas, cítricos; todo depende del lugar de donde venga y del ángulo en el que lo huelas.

Para la segunda etapa se debe agregar agua limpia y tibia para detectar los diferentes sabores. Cuando hagas la infusión retira la costra que se forma en la superficie y prueba para distinguir el cuerpo, acidez y dulzura o amargor. El primero tiene que ver con la densidad de la bebida, hay algunos que son ligeros y otros más espesos.

La acidez se refiere a las sensaciones que quedan a los lados de la lengua, y el dulzor, que casi siempre es alto, no debe predominar en la bebida, igual que el amargor; éste se queda en la parte trasera de la lengua. Finalmente, se debe medir cuanto tiempo prevalecen las características después de cada sorbo.

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